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dimecres, 9 de desembre del 2015

Habana y se acabó!

Llegamos a medio día a la segunda ciudad más grande de Cuba y al poco tiempo ya nos dimos cuenta que no nos gustaría mucho; en el tiempo que llevábamos aquí hemos comprobado que hay mucha diferencia entre las personas de pueblos y las ciudades, el nexo en común es que todos quieren algo de nosotros, pero en las ciudades son unos acosadores, no se cansan de escuchar noes, son sorprendentemente pesados e insistentes, y las mujeres mucho más descaradas que en otros sitios. 
Dejamos el coche y nos devolvieron la fianza, que no las teníamos todas porque lo dejamos guarrisimo y pasamos por carreteras que sospechábamos que algo se podía haber roto... Pero no, todo fue bien! La verdad es que ha sido toda una experiencia el conducir por estas carreteras sorteando baches, bicicletas, autoestopistas, carruajes de caballos (que hay muchísimos por todo el país), vacas, cabras y decenas de perros; ha estado bien el parar en pueblos que no hubiésemos podido parar, comer en restaurantes de carretera y sobretodo la independencia de no buscar taxis ni autobuses.
Por lo que es la ciudad no hay mucho que contar, es una ciudad bastante restaurada, hay algunas tiendas de ropa o electrodomésticos (que no es nada normal aquí), y algo que nos ha sorprendido es que hay bastantes mendigos y gente muy hecha polvo, y nos ha sorprendido porque hasta la fecha los que habíamos visto se podían contar con una mano (aún así, había muchísimos menos que en cualquier ciudad europea). Ah! Y en nuestra estancia en la ciudad hubo una epidemia de Cólera, en la entrada de toda tienda, estación o restaurante había agua, cloro y jabón para lavarse las manos; creemos que no lo pillamos...
La siguiente parada fue Camagüey, la idea era quedarnos dos noches, pero hablamos con una pareja de españoles que nos aconsejaron que no valía la pena, así que solo estuvimos una; esta parada se hizo pesado porque salimos del hotel a las 11 y hasta la media noche no salía nuestro bus con destino a La Habana, así que estuvimos todo el día paseando, tomando cafés, cervezas y entrando en tiendas (otra ciudad que tenía bastantes tiendas, y la gente se veía con muy buen aspecto; nos contaron que había bastantes opositores al régimen, imaginamos que es porque hay bastante gente con dinero). Además, por primera vez las mujeres no nos acosan!! No hay mucho a resaltar, es la tercera ciudad más grande y con un centro histórico patrimonio de la humanidad, estaba bien, pero al darle tantas vueltas sin sentido iba perdiendo su encanto poco a poco...
Volvimos a La Habana como parada técnica ya que no se podía ir directo a nuestro próximo destino, Viñales. El día que pasamos en la capitales no tuvo mucho a resaltar,  estábamos muy cansados del viaje en bus que fue muy malo, lo mejor fue que estuvimos en casa de un tatuador muy majo con el que charlamos durante bastante rato, nos explicó cosas interesantes y no nos pidieron nada a cambio!!! Sorprendente!!
Llegamos a Viñales, un pueblo montañoso y parada casi obligatoria por lo que parece, hay muchos turistas, todo es más caro y el nivel de vida de los cubanos se ven más alto que en otras partes. Llegamos a mediodía y tuvimos tiempo de hacer una excursión a caballo por la zona, además coincidimos con 3 españolas, estuvo bien, los caballos iban solos e hicimos tres paradas en plantaciones para vendernos cosas... Era previsible, había bastante gente con la que nos cruzábamos que hacía lo mismo y perdía un poco la gracia. 
Al siguiente día había carreras de caballos ilegales, e indagando encontramos un guía que nos llevaba, pero llovió y se anularon.... Así que Carlos y David hicieron una caminata por la montaña y yo fui a correr por la zona. Por la noche nos juntamos nuevamente el trío calavera, las españolas y algún vasco, cenamos y nos fuimos a tomar algo, ya hacia por lo menos 3 o 4 días que no bebíamos!!! 
El último día que estuvimos allí se levantó lloviendo y tuvimos que adaptarnos. La verdad que este pueblo es muy pequeño, no había mucho que hacer si no se hacían excursiones, pero estuvimos muy bien, conocimos gente muy maja y descubrimos un restaurante al que fuimos todos los días, incluso conseguimos que un cubano nos invitara a chupito sin pedirlo!!!  Algo a resaltar que un cubano té invite algo, no creo que hayan muchos que lo puedan decir... De echo el último día se lo pedimos y no lo conseguimos.
Después de 3 noches volvimos a La Habana para coger el vuelo a México al día siguiente, no hicimos nada especial, estuvimos comprando cuatro souvenirs y poco más.

Y hasta aquí nuestra experiencia cubana, la verdad es que me voy con opiniones confrontadas:
- Me ha gustado mucho, pero la mayoría de cubanos son insoportables.
- Es el país más seguro en el que he estado, daba igual la zona que pasaras y la hora, no hemos tenido ninguna sensación de inseguridad.
- Este sistema político no es perfecto, pero tiene muchísimas cosas mejores que las nuestras. Ni un niño nos ha pedido nada en todo el viaje; la educación hasta la universidad y la salud es 100% gratis; nadie se muere de hambre; no hay paro; no hay prácticamente gente viviendo en la calle... Es cierto que es una dictadura, que cobran muy poco, no tienen posibilidad de salir del país... pero la gran mayoría viven mucho mejor que cualquier otro país que he visitado de Latinoamérica o Asia incluso que muchos de Europa. De hecho cambie mi voto para el futuro...
- Una cosa criticable es que se dice comunista, pero se puede ver una gran diferencia de clases, los que trabajan para el estado (la mayoría de tiendas, bares, educación, sanidad... Casi todo) son bastante parecidos, pero los que trabajan con turistas viven muy por encima de la media. La gente suele cobrar de 15 a 40$ al mes (lo que es cierto que con eso se puede vivir aquí) y en cambio los que trabajan con turistas cobran por una habitación 25$ la noche, y una comida por 8$, por lo tanto se tiene que notar la diferencia. El que haya dos monedas crea esas diferencias.

No se... La verdad que se debería visitar este país porque sigue siendo muy diferente a otro países, todo parece que se va a derrumbar mañana, las tiendas están casi vacías, en los bares se termina la comida y la bebida, los coches son de hace 50 años, todo el país está lleno de fotos, escritos, lemas, esculturas revolucionarias para que no se olvide...
En fin, nos vamos a Cancún donde saldremos por última vez los tres juntos, ya que a partir del 10 me quedo solo hasta el día 23 que vendrá un nuevo compañero de viaje.